El pueblo efimero

Parece mentira que a estas alturas algo pueda sorprenderte y es que parece a veces que lo hemos visto ya todo.
Echar un vistazo a la lista de DJ que actúan me ha dejado indiferente, seguro que son muy buenos pero no conozco a ninguno y esto no es un obstáculo para que mi curiosidad acerca del festival sea mayor, los verdaderos protagonistas son realmente los asistentes al festival. También me atrae especialmente las construcciones orgánicas y la arquitectura efímera que convertirá este páramo natural del norte de Extremadura en un pequeño pueblo donde habitarán cerca de 4000 personas durante una semana.
construcciones que muchas de ellas tienen como misión dar sombra pues en el verano extremeño las horas centrales del día llegan ser realmente duras.
otro de los grandes atractivos es sin ninguna duda la naturaleza que acoge este evento, los meandros del río Alagón y los bosques que rodean el entorno son espectaculare.

Vivir con otro ritmo

Aquí se impone otro ritmo de vida el día es para descansar y la noche se enciende con luces discretas que señalan el camino entre los tres escenarios donde la música psicodélica tecno no para. El comercio se hace a través de fichas de distintos colores que sirven para comer o para beber o comprar en los establecimientos asociados dónde se vende bebidas ecológicas y comidas macrobioticas. También hay una amplia zona de comidas donde se sirve todo el dia distintas variedades de cocina tanto vegetarianas, postres, cafes, como una estupenda hamburguesa con patatas fritas o una pizza italiana. la organización lo tiene todo previsto y destaca especialmente un grupo de limpieza que se afana en retirar hasta el más mínim papel o colilla y cuida de que las basuras para el reciclaje esten perfectamente clasificadas en sus distintos contenedores. El uso del plastico esta restringido al maximo y se nota que la conciencia ecologica es maxima.

Noche psicodelica

De noche el exceso de calor da paso a un frescor que se agradece mucho. Cuando el sol se esconde detrás de las montañas ya falta menos para que la oscuridad se adueña del lugar, las luces fosforescentes y las bombillas de neón hacen su aparición en todo el poblado. Cada habitante de esta aldea dispone de sus propios medios para iluminar el paseo nocturno. En los bancos habilitados junto a la zona de comida no faltan los enchufes para poder cargar dispositivos móviles. Los DJ se suceden toda la noche, la gente baila bebé y fuma vete tú a saber qué sin dar la impresión de ningún ecceso. No se ven borrachos y hay nadie discordante, todos los habitantes son amables y cordiales.